Bienvenidos a nuestro blog Solo Perros, donde exploramos el vínculo especial y único entre estos fieles compañeros y los seres humanos. En este post, queremos compartir un hermoso poema anónimo que captura la esencia de la relación entre un perro y su dueño.
El poema titulado "Yo soy el que te espera" expresa de manera conmovedora cómo un perro espera ansiosamente el regreso de su amado dueño. Desde el sonido del coche familiar hasta los pasos mágicos que resuenan como música en sus oídos, el perro encuentra alegría y felicidad en la presencia de su compañero humano.
El poema también resalta la conexión emocional profunda que existe entre ambos. El perro es capaz de percibir la tristeza y la felicidad en la voz de su dueño, y su mirada es un rayo de luz que ilumina su mundo. Incluso el aroma de su dueño se convierte en el más dulce y reconfortante para él.
La espera se convierte en la esencia de la felicidad del perro, ya que anhela el regreso de su compañero y se deleita con cada momento compartido juntos. El perro encuentra paz en el suave contacto de las manos de su dueño y se siente completo cuando están juntos.
En este blog, exploraremos más aspectos de la maravillosa relación entre los perros y los humanos. Desde consejos de cuidado y adiestramiento hasta historias conmovedoras de lealtad y amor, nuestro objetivo es celebrar la presencia canina en nuestras vidas y honrar a estos fieles compañeros que nos esperan siempre y siempre. ¡Acompáñanos en esta aventura perruna llena de amor y conexión!
Si te gusta este poema, te invitamos a leer el texto "Soy tu perro".
Poema de un perro "Yo soy el que te espera"
Yo soy el que te espera...
Tu coche tiene un sonido especial y puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos tienen un timbre mágico, son música para mí.
Tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz y a veces no es necesario mencionar: oigo tu tristeza.
¡¡Si veo tu alegría, me hace feliz!!
No sé lo que es olor bueno o malo, solo sé que tu aroma es el mejor.
Algunas presencias a veces me gustan, otras, no tanto.
Pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos.
Tu despertar, me despierta.
Durmiendo eres mi alegría reposando en casa, y yo tu sueño.
Tu mirada es un rayo de luz, cuando me doy cuenta de tu despertar...
Tus manos sobre mí, tienen la ligereza de la paz.
Y cuando tu sales, todo está vacío otra vez...
Y vuelvo a esperar siempre y siempre...
Por el sonido de tu coche;
Por tus pasos;
Por tu voz;
Por tu estado siempre inconstante del humor;
Por tu olor;
Por tu reposo bajo mi vigilia;
Por tus ojos;
Por tus manos.
Y así soy feliz.
Yo soy el que te espera:
¡¡Soy tu fiel compañero!!