Mujer abre hospicio para perros abandonados para que puedan sentirse amados durante sus últimos días

¿Te imaginas lo tristes y desesperados que están los perros cuando son abandonados por sus amados dueños? Lo que es aún más triste es el hecho de que no tienen a nadie a su lado que los consuele en los momentos finales de sus vidas. Por eso, lo mínimo que podemos hacer es quedarnos con ellos, asegurándonos de que cuando llegue su momento, se sientan importantes y amados. También saben que no eran solo mascotas para nosotros: eran miembros de la familia.

Lamentablemente, hay muchas mascotas viejas o con enfermedades terminales que sus dueños abandonan porque piensan que los amigos caninos son solo visitantes temporales en sus vidas. Sin embargo, nunca saben cuánto los aman sus compañeros caninos: sus humanos son toda su vida.

Por esa razón, una enfermera jubilada llamada Nicola Coyle ha abierto un hospicio para perros llamado The Grey Muzzle Canine Hospice para cuidar perros viejos abandonados o con enfermedades terminales que tienen menos de 6 meses de vida. Esta mujer desinteresada se asegura de que los perros abandonados pasen sus últimos días viviendo la vida al máximo.

“Solo los aceptaremos si el veterinario dice que les quedan menos de seis meses de vida, por lo que nos estamos enfocando en la atención al final de la vida”, dijo la ex enfermera en una entrevista. “Creo que lo más largo que he tenido es alrededor de un año y lo más corto fue unas dos semanas”.

Son mimados con amor y tratados como se merecen antes de que sus últimos días caminando sobre la Tierra lleguen a su fin. Nicola organiza una fiesta de cumpleaños para los perros, los lleva a cenar un bistec y mucho más.

“No sé cuándo es su cumpleaños, así que nos aseguramos de organizarles una fiesta de cumpleaños”, dice Nicola. “Si están lo suficientemente bien, los llevamos a pasar un día en la playa, comen pescado y papas fritas en la playa y helado”.

Lamentablemente, cada historia feliz llega a su fin y termina en lágrimas. Es hora de decir adiós, y nunca es fácil. “Todos nos apegamos mucho a ellos, es muy intenso emocionalmente y lloramos y nos afligimos por ellos”, dice Nicola. "Necesitamos tener descansos entre ellos".

Gracias a personas como Nicola, estos perros pasan sus últimos días sintiéndose importantes y amados antes de cruzar el puente del arcoíris.

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