El sueño de los perros es diferente al de los humanos, durante el día caen en un dormitar ligero y vigilante del que salen de inmediato cuando se estimula alguno de sus sentidos: una voz, un simple olor a comida o un roce, bastan para que se despierten. Estas siestas diurnas, no son más que cortos períodos de descanso que les hacen mucho bien, ya que contribuyen a mantener la salud de su pelo y les devuelven la energía perdida, llevando a cabo acciones reparadoras que, si no tuvieran lugar, afectarían gravemente su salud y equilibrio psíquico.
Por la noche, las cosas no cambian, sólo que la tranquilidad reinante y la falta de luz invitan al animal a permanecer en un estado de duermevela continuo, pero si el animal se desvela por cualquier razón, hará excursiones por la casa y aprovechará para acceder a todos los objetos y rincones prohibidos. Durante el tiempo que dura el descanso, las funciones reparadoras alcanzan su plenitud cuando el animal duerme profundamente; este período dura apenas unos 20 minutos. Durante esta etapa, el perro tiene sueños que lo llevan a mover rápidamente los ojos bajo los párpados cerrados, y en su cerebro, al igual que ocurre en los seres humanos, tiene lugar cambios eléctricos que provocan todo tipo de movimientos, pudiendo dar lengüetazos, levantar las patas, alzar sus orejas e inclusive emitir ladridos y gruñidos, dependiendo del objeto de sus sueños (conoce más sobre si los perros sueñan), bien sea el dar caza a alguna presa o un plato de apetitoso alimento.
Si el animal duerme correctamente, su salud y físico se verán favorecidos, traduciéndose en mejor nutrición del pelo, buena hidratación de la piel, y también liberar, mediante sueños, las frustraciones y deseos que al igual que nosotros, también tienen nuestros buenos compañeros caninos. El dormir en exceso, no es sano, pues puede ser síntoma de falta de energía, y se favorece la obesidad.
Un perro debe descansar en función del grado de ejercicio que realiza. Por la noche debe descansar unas ocho horas seguidas. El insomnio también afecta a los perros, y si es prolongado, puede desatar su instinto agresivo , dado que el animal no ha podido relajarse y dar rienda a su inconsciente a través de los sueños. Así que hay que estar atento a cualquier cambio en la rutina de sueño de nuestros animales, y pensar que algo no está bien sí:
- El perro permanece somnoliento
- Sus siestas se han reducido de forma alarmante y su temperamento apacible ha cambiado radicalmente
- Duerme más de la cuenta y da la impresión de que siempre tiene pesadillas, terminando sus siestas con aullidos o convulsiones.
- Hay momentos que no hay poder humano que lo despierte.
- Si un ejemplar activo se muestra somnoliento de repente, puede tener fiebre o haber ingerido accidentalmente algún producto nocivo para él.
Así que conocer los hábitos de sueño de nuestro perro es de suma importancia para mantener su bienestar, y respetar sus horas de sueño, es tan importante como darle de comer o sacarlo de paseo.
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