La ansiedad por separación es la aflicción que sufre un perro cuando lo dejan solo, separado de sus dueños. Por lo general, el perro manifiesta su ansiedad con llantos, ladridos, defecando o destrozando algún elemento de casa. Esto sucede porque el perro tiene pánico a quedarse solo.
Esta patología no afecta a todos los perros por igual, algunos sienten miedo cuando se quedan solos en horarios fuera de lo habitual, hay casos en los que sienten pánico si no están sus dueños (aunque estén acompañados por otras personas) En definitiva, es un problema de apego excesivo hacia sus dueños, y en función de cómo de excesivo sea, se manifestará en mayor o menor medida.
Al igual que nosotros, los perros son animales sociables. La mayoría hace frente al estrés de forma más tranquila y menos destructivas, por lo general durmiendo o jugando con sus juguetes. Pero los que sufren esta inquietud, dormir no es una opción, lo que quieren acabar es con su miedo y tener a su dueño en casa.
El perro no tiene miedo a quedarse solo, lo que lo vuelve loco es estar separado de su dueño. Esto ocurre cuando el animal está demasiado apegado a su dueño.
Tratamiento de la ansiedad por separación:
Es importante, sobre todo, considerar que no se trata de un problema de venganza contra el dueño, simplemente el animal sufre y se angustia sin su dueños, y por lo tanto se le debe enseñar que puede sobrevivir sin tanta atención de su familia.
Los tratamientos son largos y complejos, puede haber reincidencias, pero si sigues varías pautas seguro que tu perro dejara de sufrir esta incomoda patología:
Modificación del ambiente:
-Dejar al perro en algún sitio de la casa donde no tenga acceso a destruir mobiliario.
-Tener un sitio de seguridad, que sea un espacio pequeño, así se minimiza la intensidad de estímulos externos que agravan el problema.
-Tener variedad de juguetes que ayudan a disminuir el aburrimiento y la ansiedad en el perro)
Modificación de conducta:
-Hacer rutinas diarias.
-Establecer reglas y límites claros y firmes.
-Que el perro se gane cada cosa que quiera.
-Practicar la obediencia para tener un mayor control sobre el perro.
-Moderar el apego, hacer al perro más independiente.
-Romper estereotipos de rutinas en salidas y llegadas, ignorando al perro al salir y regresar a casa.
-Mantenerlo ocupado.
-Dar al animal estimulación física y mental.
-Aumentar el ejercicio físico.
-Dejarlo poco tiempo solo, volver antes que se angustie, aumentar gradualmente el tiempo de salida.
Nunca castigar al perro por acciones que realizó durante la ausencia del dueño, ya que no comprende la razón del castigo y esto aumenta mucho más su ansiedad.
Si aun siguiendo todas las pautas tu mascota sigue teniendo ansiedad por separación podemos probar con terapias naturales como la aromaterapia canina que relajan y no dañan el organismo.
Con mucha paciencia y cariño se puede superar la “ansiedad por separación” intentar llevar a raja tabla estas pautas desde el primer día que la mascota llega a nuestra casa.
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